Como ocurre con todas las leyendas de las hierbas medicinales, la historia a menudo comienza con un descubrimiento fortuito que lo cambia todo. Alguien, en algún lugar, encuentra una planta extraordinaria, la consume y se da cuenta de sus increíbles beneficios. Así, este descubrimiento se transmite de generación en generación. La historia del Crisantemo de la nieve es relativamente reciente y aún no ha atravesado los siglos, pero ha seguido los primeros pasos cruciales de toda leyenda. A finales del siglo pasado, un pastor uigur llamado Kuxier, que vivía en las montañas del Karakorum, descubrió esta planta asombrosa. El Crisantemo de la nieve, encontrado a más de 6000 metros de altitud, se distingue por su color dorado brillante, similar al de los crisantemos, de ahí su nombre "Xue Ju" o "Crisantemo de la nieve".