MORAS | FRAMBUESAS | AZÚCAR DE VAINILLA Sin miedo hoy: el pequeño vaquero cabalga, sus botas apenas lo suficientemente grandes para sostener los estribos, pero su confianza tan amplia como el horizonte abierto. Sigue a papá, balanceando un lazo demasiado grande para sus pequeñas manos, pero eso no importa. La aventura está en su corazón y la determinación en su paso. Tiene un espíritu salvaje y una sonrisa llena de travesuras, absorbiendo cada momento, cada lección, cada promesa no dicha entre padre e hijo. Llegará el día en que su lazo aterrice con precisión, cuando cabalgue al frente en lugar de detrás, pero por ahora, está justo donde pertenece, siguiendo, aprendiendo del mejor.