¿Escena cotidiana o verdadera búsqueda existencial? De rodillas ante el templo del picoteo, esta heroína moderna está en plena meditación: ¿dulce o salado, saludable o placer culpable? El frigorífico, con su luz azulada casi divina, tiene todas las respuestas. Con sus colores pop y su ambiente acogedor, esta ilustración captura a la perfección ese momento universal en el que el hambre vence a la razón. Un homenaje vibrante a los pequeños placeres simples... ¡y a los antojos imprevistos! 🍞✨ ¡Exhibe esta obra y asume tu amor incondicional por los snacks de medianoche! Tamaño: 29.7x42 cm (A3) Marco de madera negro