Acerca de Miss Can

UNA SIRENA HECHA A SÍ MISMA Hola, mi nombre es Miss Can y, aunque no lo crea, soy una sirena. También soy la orgullosa sucesora de una empresa familiar de tercera generación con profundos vínculos con la industria conservera. Si te preguntas por mi nombre, déjame contarte una historia. En los viejos tiempos, cuando mi abuelo comenzó este negocio en 1911, la tradición decía que los productos enlatados debían tener nombres de mujeres para representar el amor platónico del conservero por ellas. De ahí el nombre de Miss Can, aunque también creo que dice mucho de mi personalidad, como una sirena independiente capaz de todo.Descubre su historia