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Cuando era niña, los pastelitos eran mi máximo consuelo, trayendo alegría a mis días. A medida que crecí, mi enfoque se desplazó hacia mi fe y apoyar a los niños necesitados a través del voluntariado. Pero un día, después de disfrutar de mis amados bocadillos de la infancia, todo cambió. Comencé a experimentar dolores de estómago constantes, dolores articulares y una fatiga extrema que me mantenía en cama durante días. Cuando mi esposo médico sugirió una dieta sin gluten, finalmente vi un rayo de esperanza. El alivio que sentí al desaparecer mis síntomas fue verdaderamente transformador. Sin embargo, surgió un nuevo desafío para mi voluntariado. Ahora, cuando asistía a galas de recaudación de fondos, no podía disfrutar de las deliciosas comidas debido a mi intolerancia al gluten. Me di cuenta de que necesitaba un bocadillo conveniente que se adaptara a mis necesidades dietéticas. Inspirada por mi necesidad de adaptación y sintiendo que Dios me llamaba a proporcionar alivio a otros que también sufrían, me adentré en la repostería sin gluten y ¡nacieron los Rosie Cakes!
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Cindy Davenport, propietaria de Floral Studio & Gift Designs by Cinport, en Florida (EE. UU.)
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