Cita en la camiseta: «Nada es demasiado maravilloso para ser verdad, si es coherente con las leyes de la naturaleza». Faraday era un iconoclasta brillante. Einstein comentó sobre Faraday que él, de entre todas las personas, «había hecho el mayor cambio en nuestra concepción de la realidad». Sin embargo, a pesar de sus logros, Faraday siguió siendo una persona modesta y humilde. Se negó a ser nombrado caballero o a recibir títulos honoríficos y solo aceptó a regañadientes una pequeña pensión cuando se retiró en 1858. «De hecho, lo único que puedo deciros al final de estas conferencias (pues debemos llegar a su fin en un momento u otro) es que expreséis el deseo de que, en vuestra generación, podáis compararos con una vela; que, en todas vuestras acciones, podáis justificar la belleza del cono haciendo que vuestras obras sean honorables y eficaces en el cumplimiento del deber que tenéis con vuestros semejantes». [Michael Faraday, cerrando su serie navideña más famosa, «La historia química de una vela»]