En una noche de mayo, cuando Butiron, el bandido blanco, llegó al Condado de Modica con su ejército de fantasmas. Esa noche en el pueblo se celebraba la noche de los cristales de azúcar. Los cristales caían abundantemente del cielo y la gente los recogía en cestas llenas para preparar el famoso chocolate, el mejor del país. Había bailes y espectáculos, incluso los soldados bailaban despreocupados en la plaza dejando las espadas desatendidas. Butiron y los fantasmas entraron sin ser vistos y, primero, robaron las armas. Cuando la gente se dio cuenta del peligro ya era demasiado tarde: los fantasmas rodearon a los habitantes de Modica, extendieron sus pálidas manos sobre las tabletas de chocolate recién preparadas y las envolvieron en una triste pátina, blanca como ellos. "Finalmente mi venganza" exclamó el bandido blanco. Gastos de envío gratuitos en Italia con un pedido mínimo de 39 euros Gastos de envío gratuitos en Europa con un pedido mínimo de 100 euros