Mario Testino selecciona sus mejores retratos masculinos de los últimos 30 años. A medida que el vestuario, el juego de género, el fotoperiodismo y la moda se entrelazan, este Edén de atractivo masculino es testimonio tanto del infalible ojo de Testino para la inmediatez y la elegancia, como de la evolución de la autoexpresión masculina durante las últimas tres décadas.