Cooper vio su reflejo en la ventana. Cabello castaño, piel clara y algunas pecas. La abuela Park siempre decía: "¡Qué piel tan blanca!" y la abuela Daly siempre decía: "¡Qué piel tan morena!" Un primo siempre se burlaba de él por ser "mitad y mitad". Cooper ya ha tenido suficiente de ser mitad y mitad. Y ciertamente ha tenido suficiente del Sr. Lee, el dueño de la tienda de comestibles de su vecindario, hablándole en coreano a pesar de que Cooper no puede seguirle el ritmo. ¿Por qué no pueden ser las cosas simples? ¿Por qué no puede ser solo una cosa u otra? Un momento en la tienda del Sr. Lee lo cambia todo para Cooper. En poco tiempo se da cuenta de que la pregunta de quiénes somos nunca es simple, ya sea que lo hables en inglés o en coreano. Las pinturas al óleo ricamente matizadas de Kim Cogan complementan perfectamente esta historia de identidad y amistad intergeneracional, y la autora Sun Yung Shin da vida a sus personajes con una prosa tierna y vívida.