Charlotte Dujardin y su carismático caballo Valegro irrumpieron en la escena deportiva internacional con su actuación récord en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres. El mundo quedó cautivado por la joven con la sonrisa deslumbrante y su caballo bailarín. El clip de YouTube de su actuación Freestyle ha tenido desde entonces más de 1,7 millones de visitas, y Dujardin es considerada la jinete de doma dominante de su era. Cuando Valegro (afectuosamente llamado "Blueberry") se retiró de la competición a finales de 2016, su actuación de despedida en el Olympia Grand Hall agotó las entradas y el oscuro castrado recibió una ovación de pie. Dujardin comenzó a montar a caballo a los dos años, pero la doma era el dominio de los ricos, no la vida en la que una chica de una familia de clase media había nacido. Sus padres se sacrificaron para darle tantas oportunidades como pudieron, y ella dejó la escuela a los 16 años para centrarse en la competición ecuestre. Fue a los 22 años, cuando fue invitada a ser moza de cuadra del olímpico británico Carl Hester, que conoció al compañero equino que cambiaría su fortuna. Esta es la historia de una forastera, un caballo poco convencional y el increíble vínculo que los llevó a la cima.