Su nombre proviene del latín "tres-menses" que significa el grano de los "tres meses" porque normalmente se siembra en primavera (marzo) y se cosecha en junio después de unos tres meses. La Harina de Timilia se produce mediante antiguas muelas de piedra, siguiendo las antiguas tradiciones; es una harina semi-integral poco tamizada, contiene muchos oligoelementos del germen de trigo y del salvado; presenta un alto valor proteico y un bajo índice de gluten. Esta harina es muy indicada para la producción de pasta y pan, en combinación con otras sémolas sicilianas, debe consumirse en tiempos relativamente cortos (unos 8 meses) para no perder sus cualidades organolépticas. La harina de Timilia, después de la molienda, presenta un color grisáceo, diferente de las harinas comerciales a las que usualmente estamos acostumbrados; los productos alimenticios que derivan del uso de esta harina son panes integrales o panes y pastas oscuras llamadas así precisamente por el característico color oscuro de la masa y la miga. El pan típico producido con esta particular harina se llama "Pane nero di Castelvetrano", originario de un pequeño pueblo homónimo de la provincia de Trapani. El pan de harina Timilia es muy aromático, con un buen aporte nutricional y gracias al uso de las masas ácidas (levadura natural) tiene una larga duración, se conserva durante algunos días suave y fragante. Gracias a la voluntad de las empresas productoras, esta harina se utiliza desde hace tiempo, también para la producción de pasta artesanal fresca y seca. Un producto de sabor intenso y decidido que se combina bien con las salsas ricas en historia y cultura de la cocina siciliana.