Acerca de Conservas Olasagasti

Preservar el legado del Mar Cantábrico Las raíces de Conservas Olasagasti se adentran en las profundidades del Mar Cantábrico. La historia se desarrolla a finales del siglo XIX cuando Salvatore Orlando descubrió las costas de Getaria, Gipuzkoa, cautivado por la calidad inigualable de sus pescados, como el Bonito del Norte o la Anchoa del Cantábrico. Pionero y defensor de la industria conservera en la región, Salvatore se casó con Simona Olasagasti, cuyo nombre ahora adorna la marca. Hoy en día, sus descendientes continúan manteniendo un legado centenario dentro de la empresa. La meticulosa receta se adhiere a un proceso de producción cuidadosamente elaborado, comenzando a solo un paso de la fábrica, en las aguas tempestuosas y heladas del Mar Cantábrico. Aquí prosperan especies únicas, que aportan un sabor y textura incomparables a sus conservas. Figuras familiares en las flotas pesqueras locales, donde los pescadores vascos, conocidos como arrantzales, emplean técnicas de pesca tradicionales que respetan el ecosistema.Descubre su historia