Mi nombre es Haley y empecé Weekend Made porque simplemente no podía encontrar un pijama cómodo. Durante años usé mi pijama del revés porque todos tenían costuras muy rasguñosas, ¡incluso las caras! Esto parecía una irritación menor antes de tener hijos, pero cuando quedé embarazada de mi primer hijo ya no podía dormir. Mi viejo pijama me daba comezón y las costuras me provocaban sobrecarga sensorial por la noche. Me hizo enfadar y me arrancaba el pijama en la frustración. Después de tener hijos, necesitaba dormir más que nunca. Luego descubrí que muchas otras personas, adultos y niños, sufren de manera similar por diversas razones. Fue entonces cuando me propuse aprender más sobre por qué no podía sentirme cómoda. Investigué qué telas eran las mejores para la piel y cuál es su impacto en el medio ambiente. Empecé a analizar cada prenda que tenía para entender qué costuras me sentaban bien y cuáles no. Luego rastreé a tantos contactos como pude hasta que encontré un diseñador local que pudiera ayudarme a construir el mejor pijama que pudiera imaginar.
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Cindy Davenport, propietaria de Floral Studio & Gift Designs by Cinport, en Florida (EE. UU.)
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Mi nombre es Haley y empecé Weekend Made porque simplemente no podía encontrar un pijama cómodo. Durante años usé mi pijama del revés porque todos tenían costuras muy rasguñosas, ¡incluso las caras! Esto parecía una irritación menor antes de tener hijos, pero cuando quedé embarazada de mi primer hijo ya no podía dormir. Mi viejo pijama me daba comezón y las costuras me provocaban sobrecarga sensorial por la noche. Me hizo enfadar y me arrancaba el pijama en la frustración. Después de tener hijos, necesitaba dormir más que nunca. Luego descubrí que muchas otras personas, adultos y niños, sufren de manera similar por diversas razones. Fue entonces cuando me propuse aprender más sobre por qué no podía sentirme cómoda. Investigué qué telas eran las mejores para la piel y cuál es su impacto en el medio ambiente. Empecé a analizar cada prenda que tenía para entender qué costuras me sentaban bien y cuáles no. Luego rastreé a tantos contactos como pude hasta que encontré un diseñador local que pudiera ayudarme a construir el mejor pijama que pudiera imaginar.
