Acerca de Liqueurs GRANIER

Stéphane Granier, antiguo jugador de baloncesto, se embarcó por pasión en esta aventura y aprendió el oficio de licorero a base de trabajo y paciencia. Para ello se instaló en Seynod, cerca de Annecy. Los ingredientes de un buen licor son simples: alcohol, hierbas frescas y secas, frutas, cáscaras, flores, miel, azúcar, café, especias... Pero Stéphane tiene una exigencia más alta: seleccionar productos orgánicos, de circuito corto y, si es posible, de una producción lo más artesanal posible. Tuvo que aprender a definir la correcta preparación de los ingredientes, dominar los tiempos de infusión, maceración, gestionar la importancia del contacto con el oxígeno, todos esos detalles que parecen anodinos pero que pueden cambiar completamente el resultado final.Descubre su historia