Acerca de Caffè Perrero

Me gusta pensar que en cada uno de nuestros cafés hay un poco de la empresa, de la familia y de nuestro sueño empresarial. Cada taza debe contar sobre nuestras ruidosas reuniones familiares alrededor de las grandes mesas, sobre la dedicación al trabajo que nuestros abuelos nos enseñaron, sobre el respeto a los valores y las relaciones con los demás. Ser familia y ser empresa es una fuente de energía única, un valor inestimable, una garantía de ética, pasión y continuidad. Nuestra historia de tostadores comienza en San Carlo Canavese en 1971, en un pequeño almacén propiedad de mis abuelos. Mi papá, Luciano Perrero, había trabajado desde joven en el campo del café, luego tomó la decisión de reorganizar el viejo almacén y comenzar su propia tostadora. Un paso difícil, muchas horas dedicadas a experimentar, escuchar y aprender, continuando invirtiendo y creciendo. Hoy muchas cosas han cambiado, muchas otras han permanecido inalteradas: nuestra obstinación por aprender y crecer, el entusiasmo por nuestro café y el profundo respeto por la tierra y el trabajo de toda la cadena. Invertir en sostenibilidad con la construcción de nuestra planta fotovoltaica, elegir lo Orgánico y Comercio Justo, la certificación Fairtrade y compartir el proyecto Donas do Cafè son algunos de los pasos para realizar nuestro sueño: un café bueno, justo y único.Descubre su historia