Acerca de SYGLA

Me llamo Salvatore Fazzino y soy el padre de este deseo llamado SYGLA. Nací en el setenta y cuatro. Avolese de nacimiento, ragusano de adopción, siciliano de pura cepa. Antes que cualquier otra cosa, por encima de todo, hay que decir que tengo dos hijas que vuelven loco a cualquiera y una esposa "mágica" que camina a mi lado. En el dos mil, con la máxima calificación, me gradué en Ciencias y Tecnologías Alimentarias. Antes de que SYGLA irrumpiera con fuerza en mi vida, fui agente de comercio para grandes multinacionales de la comunicación y la farmacéutica. Doce largos años, en total. Luego, como dije, fue el tiempo de SYGLA. Un deseo que no apareció de repente, sino que tuve desde que era niño. Desde que iba con mi padre y mi abuelo entre los árboles de esta parte de Sicilia y, junto a ellos, descubría, conocía, trabajaba, respiraba cada madera de nuestros campos. Los recogíamos, siempre, un segundo antes de que terminaran quemados o desechados. No soportaba, y sigo sin soportar, la idea de que un árbol pueda morir. Los árboles cultivados por mi padre en los campos del Valle de Noto son los mismos que hoy utilizo yo para crear mis plumas de madera. Cuido personalmente, día a día, momento a momento, la cadena que transforma la raíz, la corteza, la rama en pluma. Conservo cada madera en un espacio dedicado a la maduración, a través de un proceso de impacto cero en el medio ambiente y cien por ciento ecosostenible.Descubre su historia